El sentido del humor en los bebés: un asunto muy serio.
- Por Daniel Valdez, Psicólogo infantil
- 06/12/2020
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¿Por qué el humor nace de manera tan precoz precediendo alguno de los más clásicos hitos del desarrollo? ¿Por qué reímos o sonreímos desde tan temprano, en brazos de nuestros padres o desde la cuna? Reímos para conseguir amor y reímos para aprender, según nos cuentan las investigaciones sobre desarrollo temprano.
La risa promueve relaciones y desarrollo socioemocional, facilita el desarrollo del apego, actúa como reguladora de las emociones. La risa, en definitiva, favorece el desarrollo cognitivo.
Llama la atención que, siendo un tema de tanta relevancia, haya escasos estudios sobre el sentido del humor y su ontogénesis.
Probablemente una cuestión no menor la constituya la propia dificultad para la investigación. Las primeras sonrisas, los primeros juegos graciosos, las payasadas y los absurdos tienen su origen en contextos interpersonales, en las culturas familiares, en el seno de las prácticas de crianza.
Nuestras autoras, Gina Mireault y Vasudevi Reddy, en El sentido del humor de los bebés asumen el desafío de empezar a poner las cosas en su sitio, haciendo saltar por el aire los índices de las enciclopedias y manuales que enumeran solamente otros avatares del desarrollo infantil.
El sentido del humor requiere observación del mundo, memoria de esas observaciones, expectativas basadas en ese recuerdo y siempre, siempre, implica a otros. La complicidad, la sorpresa, lo inesperado, el imprevisto, la diversión, la ruptura de las expectativas, el absurdo… Todas estas nociones recorren el libro y nos invitan a seguir profundizando un tema apasionante, protagonista de la vida cotidiana, sobre el que poco hemos reflexionado. La risa es un idioma universal que bebe de la fuente del sentido del humor.
Si navegar las páginas de este libro implica una feliz aventura en sí misma, es aún más sorprendente descubrir importantes consecuencias para las trayectorias evolutivas. ¿Todos los bebés ríen igual, se ríen de las mismas cosas, se ríen y provocan humor, a través de bromas, gracias y payasadas?
¿O acaso la aparición de sonrisas, risas y sentido del humor muestra patrones y trayectorias diferentes en distintos bebés?
¿Es la risa un predictor de desarrollo?
Algunos estudios incipientes con niños con síndrome de Down y con autismo comienzan a mostrar que el del sentido del humor también parece un campo fecundo para comprender la diversidad y que su forma particular de presentarse o su ausencia podría constituir una señal de alarma y un desafío en el desarrollo del niño.